Alto Comisionado de la ONU advierte deterioro de los DD. HH. en Venezuela y tensión con EE. UU.

Volker Türk es el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Asumió sus funciones oficiales como Alto Comisionado el 17 de octubre de 2022. Fotografía: Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Guacamaya, 16 de diciembre de 2025. En una actualización oral ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Alto Comisionado Volker Türk denunció el cierre del espacio cívico, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas en Venezuela, al tiempo que pidió revisar las sanciones y evitar una intensificación de la confrontación internacional que agrave el impacto sobre la población civil.

Durante su presentación ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado Volker Türk describió un marcado deterioro de la situación de los derechos humanos en Venezuela, caracterizado por el estrechamiento del espacio cívico, la persecución contra periodistas y defensores, y el uso de la detención arbitraria como mecanismo de control. “La represión del espacio cívico se ha intensificado, sofocando las libertades de las personas”, afirmó.

Türk señaló que su Oficina ha recibido testimonios sobre prácticas que fomentan la denuncia entre ciudadanos a través de una aplicación móvil patrocinada por el Estado, lo que —advirtió— “genera miedo, desconfianza y autocensura”. En este contexto, indicó que periodistas, defensores de derechos humanos, figuras de la oposición e incluso trabajadores humanitarios continúan enfrentando amenazas, hostigamiento y riesgo de detención “simplemente por realizar su trabajo”.

El Alto Comisionado alertó que estas condiciones han forzado a muchos a abandonar el país. “Cuando los defensores de derechos humanos y los periodistas se van, la verdad y la rendición de cuentas se van con ellos”, sostuvo. Añadió que varios periodistas permanecen detenidos arbitrariamente y que cientos de personas siguen encarceladas por razones políticas, destacando que la reciente detención del secretario general del principal sindicato envió “una señal alarmante a los trabajadores de todo el país”.

En materia de privación de libertad, Türk informó que su Oficina ha documentado al menos cinco muertes de personas detenidas en relación con las elecciones presidenciales de 2024, todas las cuales —subrayó— deben ser investigadas de manera pronta e independiente, incluida la muerte del dirigente opositor Alfredo Díaz. También expresó preocupación por el aumento de traslados de detenidos a lugares desconocidos, algunos constitutivos de desaparición forzada, y por la situación de incomunicación en centros como El Helicoide, Rodeo I y Fuerte Guaicaipuro.

En ese marco, instó a la liberación incondicional de todas las personas detenidas arbitrariamente por su participación en el espacio cívico, mencionando a Rocío San Miguel, Javier Tarazona, Carlos Julio Rojas, Eduardo Torres y Kennedy Tejeda, así como a familiares y cuatro adolescentes. Asimismo, exhortó a las autoridades a proteger la libertad de expresión, garantizar un entorno seguro para los medios y la sociedad civil, e investigar y reparar todas las violaciones de derechos humanos. Manifestó además su inquietud ante intentos de despojar de la nacionalidad a determinadas figuras de la oposición, una práctica que calificó de ilegal.

Türk dedicó parte de su intervención a los factores estructurales y externos que inciden en la crisis. Reiteró el impacto desproporcionado de las sanciones sectoriales amplias sobre los sectores más vulnerables y sobre la labor de organizaciones humanitarias y de derechos humanos, y pidió que estas medidas sean reevaluadas y levantadas. Describió una situación socioeconómica marcada por la pobreza, la desigualdad y el aumento sostenido de los precios, recordando que el salario mínimo mensual es más de mil veces inferior al costo de la canasta básica.

En el plano internacional, el Alto Comisionado expresó una “profunda preocupación” por el impacto en los derechos humanos de la intensificación de la presión militar de Estados Unidos contra Venezuela. “La historia ha demostrado, una y otra vez, que cuando la confrontación se intensifica, a menudo son las personas comunes quienes quedan atrapadas en el fuego cruzado”, advirtió. En esa línea, reiteró su llamado a Washington a utilizar métodos policiales bien establecidos para combatir el tráfico ilícito de drogas, y exhortó a los Estados que acogen a migrantes, refugiados y solicitantes de asilo venezolanos a garantizar su protección.

Uno de los anuncios más delicados fue la confirmación de que la Oficina del Alto Comisionado ya no cuenta con personal internacional en Venezuela. “Hemos hecho todos los esfuerzos posibles para restablecer nuestra presencia, incluyendo la solicitud de visas y la colaboración con las autoridades, pero lamentablemente sin éxito”, afirmó Türk ante el Consejo.

Cruces diplomáticos y alineamientos en el Consejo de Derechos Humanos

El debate estuvo marcado por un componente geopolítico evidente. Venezuela se inscribió para intervenir en defensa de Rusia, que no compareció ante el Consejo para responder al informe del Alto Comisionado sobre la situación de derechos humanos en Ucrania. A su vez, se anunció que Rusia intervendrá en el debate sobre Venezuela para respaldar a Caracas frente al informe de Türk, en nombre del autodenominado Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU.

Este intercambio refleja una coordinación política sostenida entre ambos países en el ámbito multilateral, particularmente en foros como el Consejo de Derechos Humanos, donde han coincidido en cuestionar lo que consideran el uso selectivo o politizado de los mecanismos internacionales de derechos humanos. Para Venezuela, el apoyo de Rusia constituye un respaldo diplomático clave frente a la presión internacional; para Moscú, la defensa de Caracas se inscribe en una estrategia más amplia de construcción de alianzas con Estados que rechazan el predominio occidental en la gobernanza global.

La cooperación entre Venezuela y Rusia en estos espacios no se limita a apoyos puntuales en debates específicos, sino que forma parte de un patrón más amplio de actuación coordinada en organismos multilaterales, orientado a reforzar principios como la soberanía, la no injerencia y la primacía de la Carta de la ONU en las relaciones internacionales. En el actual contexto de tensiones geopolíticas, este alineamiento adquiere una relevancia adicional, al entrelazar las discusiones sobre derechos humanos con disputas estratégicas más amplias entre grandes potencias.

En ese sentido, la representación del gobierno de Venezuela rechazó la actualización de informe del Alto Comisionado de DDHH-ONU: “Lo llamamos a una profunda reflexión, de lo contrario, la historia no lo absolverá”.

Contexto

La intervención de Volker Türk tuvo lugar en el marco de la que fue su última actualización oral del año sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, presentada ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y seguida de un Diálogo Interactivo con los Estados miembros del órgano. Este formato permite que las delegaciones formulen observaciones, expresen preocupaciones o manifiesten posiciones políticas tras la exposición del Alto Comisionado.

En este tipo de procedimientos, el Consejo de Derechos Humanos actúa como el principal foro intergubernamental de la ONU encargado de examinar situaciones nacionales de derechos humanos que generan preocupación internacional. Las actualizaciones orales del Alto Comisionado no constituyen resoluciones ni decisiones vinculantes, pero cumplen una función central: poner en conocimiento de los Estados la información recopilada por la Oficina del Alto Comisionado, alertar sobre tendencias relevantes y formular recomendaciones dirigidas tanto al Estado examinado como a otros actores internacionales.

El Alto Comisionado, en su calidad de máxima autoridad de Naciones Unidas en materia de derechos humanos, presenta estas actualizaciones con base en el trabajo de monitoreo, documentación y análisis realizado por su Oficina, que incluye información proveniente de fuentes oficiales, sociedad civil, víctimas y otros mecanismos internacionales. Su mandato no es sancionador, sino preventivo y orientado a la protección, la rendición de cuentas y la cooperación, incluso cuando formula críticas severas o llamados urgentes.

Tras la exposición, el Diálogo Interactivo permite a los Estados miembros y observadores intervenir para expresar apoyo, desacuerdo o matices respecto al informe presentado. Estas intervenciones suelen reflejar tanto preocupaciones en materia de derechos humanos como alineamientos políticos y geopolíticos más amplios, lo que convierte estos debates en un espacio donde convergen el examen técnico de la situación y las dinámicas diplomáticas propias del sistema multilateral.

En el caso de Venezuela, estas actualizaciones periódicas han adquirido especial relevancia debido a la persistencia de denuncias sobre restricciones al espacio cívico, detenciones arbitrarias y condiciones de privación de libertad, así como por el impacto humanitario de la crisis socioeconómica y de las tensiones internacionales. La presentación de la última actualización del año se produjo, además, en un contexto marcado por la ausencia de personal internacional del Alto Comisionado en el país, lo que añade complejidad al seguimiento de la situación sobre el terreno.

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