Representantes diplomáticos coincidieron en abogar por el principio de la «no injerencia» en los asuntos internos de las naciones y en el rechazo de la idea de una intervención militar. Fotografía: Venezolana de Televisión
Guacamaya, 1 de septiembre de 2025. Los cancilleres de los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) sostuvieron un encuentro virtual para analizar el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. En la reunión de urgencia convocada por Colombia, que ostenta la presidencia pro tempore del organismo, ratificaron su compromiso contra la injerencia extranjera.
El encuentro tuvo como fin «intercambiar puntos de vista abiertos y constructivos» sobre la coyuntura y abordar las «posibles implicaciones para la paz, la seguridad y la estabilidad regional», según la convocatoria de la Cancillería colombiana. En este sentido, su titular, Rosa Villavicencio, rechazó enfáticamente la «lógica de intervención» y subrayó que la CELAC debe velar por la soberanía de sus pueblos.
«La Celac nació para hablar con voz propia, hoy esa voz debe decir sin ambages: rechazamos la lógica de intervención, reafirmamos la carta de las Naciones Unidas, exigimos que toda preocupación legítima se canalice por vías diplomáticas y multilaterales y ofrecemos nuestra plataforma para canalizar soluciones latinoamericanas y caribeñas a los retos de nuestra casa común», dijo Villavicencio.
Por su parte, el canciller venezolano, Yván Gil, denunció el despliegue estadounidense como una grave amenaza a la paz en la región, violatoria además de acuerdos y tratados internacionales. «(El despliegue) no solo viola la declaración de Zona de Paz, sino también el Tratado de Tlatelolco (que prohíbe armas nucleares en la región)», apuntó Gil en su intervención.
El diplomático venezolano hizo referencia a la escalada de movimientos militares estadounidenses, bajo el argumento de la lucha contra el narcotráfico como una agresión encubierta que no se corresponde con la realidad. «Estamos hablando de 8 buques militares, con más de 1.200 misiles a bordo, y cerca de 4.200 tropas entrenadas y listas para intervenir», alertó Yván Gil en su alocución.
De esta manera, Venezuela rechazó la narrativa de Washington sobre el denominado «Cartel de los Soles» y presentó datos que indican que el narcotráfico se genera mayormente en Colombia. «El 87 % del tráfico de cocaína que sale de Colombia hacia EE.UU. utiliza la ruta del Pacífico», precisó Gil, y añadió que del 5 % que intenta pasar por Venezuela es incautado el 70 % por la Defensa nacional.
Otras representaciones diplomáticas también se manifestaron. Nicaragua rechazó cualquier amenaza del uso de la fuerza en la región e instó a «tener unidad» en la comunidad. Por su parte, Cuba expresó un rechazo enérgico al despliegue militar estadounidense y declaró que las operaciones «antidrogas» son un pretexto absurdo que oculta intereses intervencionistas.
En respuesta a la acción militar estadounidense frente a aguas venezolanas, el gobierno de Nicolás Maduro ha incrementado su presencia militar en áreas fronterizas y realizado jornadas de alistamiento y movilización de milicias. Mientras tanto, otros países de la región, entre ellos miembros del ALBA-TCP, también han rechazado el despliegue y expresado preocupación por la escalada de tensiones.