Trump planea redirigir recursos de ayuda exterior hacia el enfrentamiento de «regímenes autoritarios» en América Latina

Los intereses se alinean con la política «America First» que ha caracterizado al presidente Trump desde su primer mandato. Fotografía: Ejército de EE. UU. / Alicia Brand

Guacamaya, 24 de septiembre de 2025. La Administración de Donald Trump busca redirigir 1.8 mil millones de dólares de fondos de ayuda exterior a iniciativas alineadas con la política de «America First» (Estados Unidos primero). De acuerdo a un documento enviado al Congreso se subraya como una prioridad «enfrentar a los regímenes marxistas y antiestadounidenses de Venezuela, Cuba y Nicaragua».

La notificación, a la que ha tenido acceso Reuters, detalla que los recursos se planean utilizar para fortalecer la seguridad nacional, la prosperidad y el liderazgo global estadounidense. «Los intereses de seguridad nacional requieren que Estados Unidos utilice estos fondos de asistencia exterior para enfrentar nuevos desafíos de manera que el país sea más seguro, más fuerte o más próspero», expresa.

Anteriormente, el dinero del financiamiento de la ayuda exterior se destinaba a programas de asistencia humanitaria de países en crisis. Sin embargo, con el inicio de la segunda administración del presidente Trump, el giro en la política exterior de Estados Unidos ha generado preocupación por el impacto en la asistencia humanitaria en dichos países.

Dentro de los nuevos intereses estadounidenses destacan inversiones estratégicas en Groenlandia —un territorio rico en recursos naturales que Trump ha querido controlar—, así como acciones para contrarrestar regímenes considerados «marxistas y antiestadounidenses» en América Latina. Previamente, la intención de redirigir los fondos de los programas había sido informada por The Washington Post.

De los 1.8 mil millones, 400 millones de dólares se estarían dirigiendo a proyectos en Europa, que contemplan el desarrollo económico y conservación en Groenlandia, así como programas de energía y minerales críticos en Ucrania. Otros 400 millones, por su parte, se reservarían para combatir la inmigración ilegal y la influencia china en el sector de la minería y tecnología en América Latina.

El cambio se distancia de la idea tradicional de que la ayuda alimentaria, médica y económica constituía un pilar clave del «poder blando» estadounidense en el escenario global. Desde ahora, se busca fortalecer el liderazgo estadounidense desde una perspectiva más proteccionista y estratégica, aunque esto también genere el cuestionamiento del rol del Congreso en la autorización presupuestaria.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *