Qatar, Brasil y Türkiye ¿Potenciales mediadores en el clima de tensión entre Estados Unidos y Venezuela?

Qatar reitera su disposición a mediar, mientras Turquía y Venezuela aceleran la recomposición de sus conexiones aéreas y Brasil alarma sobre una escalada regional. Foto izquierda: El portavoz del Ministerio de Exteriores de Catar, Majed al-Ansari. Fotografía: Prensa del Doha Forum  Foto derecha: Celso Amorim en el G20. Fotografía: Ide Gomes.

Guacamaya,8 de diciembre de 2025. En un momento de creciente tensión hemisférica, Qatar expresó que está listo para intervenir como mediador entre Estados Unidos y Venezuela si así se lo solicitan, mientras Brasil alertó sobre el riesgo de que cualquier intervención militar estadounidense derive en un conflicto de larga duración en Sudamérica. Paralelamente, Turquía y Venezuela acordaron restablecer la ruta aérea de Turkish Airlines, suspendida tras la advertencia estadounidense sobre el espacio aéreo venezolano.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al-Ansari, aseguró que Doha está “a la espera” de que las partes o terceros estados soliciten formalmente su mediación para acompañar un proceso entre Washington y Caracas.

“Estamos esperando a que alguien nos lo pida”, afirmó, insistiendo en que Qatar mantiene contactos con todos los actores, aunque aún no exista una gestión oficial en el Foro de Doha.

Qatar ya tiene historial en el diálogo EE. UU.–Venezuela:

En los últimos años, Qatar se ha consolidado como uno de los pocos interlocutores creíbles para ambas partes. Su rol se ha desarrollado en varias fases:

La diplomacia de Qatar vuelve a asomar como un recurso decisivo en la crisis entre Estados Unidos y Venezuela. Este pequeño emirato, que en 2023 ya sirvió de puente para un intercambio de prisioneros entre ambos gobiernos, podría convertirse nuevamente en un actor clave justo cuando crece el temor a que la tensión desemboque en una intervención directa de Washington. Su posible implicación coincide con meses intensos de Doha, que han buscado un escenario donde avancen las negociaciones entre el Gobierno colombiano y el Clan del Golfo —la mayor estructura criminal de Colombia— bajo la facilitación de las autoridades qataríes.

Acostumbrado a operar en conflictos de enorme complejidad, desde Afganistán y Gaza hasta Ucrania, Qatar ve lógico que un eventual diálogo entre Caracas y Washington forme parte de su agenda exterior. De hecho, Doha ya ha desempeñado un rol más profundo del que se conocía públicamente : fue sede de reuniones entre Juan González, entonces figura clave para América Latina dentro del Consejo de Seguridad Nacional durante la administración Biden, y el representante venezolano Jorge Rodríguez.

Según relató  en el pasado, Juan González, funcionario encargado de las negociaciones con Caracas en la era Biden declaró al New York Times, que Qatar no se limitó a prestar sus salones diplomáticos solamente pues también: “Mantenían registros de todo, nos ayudaban a intercambiar documentos y, cuando las conversaciones se estancaban, enviaban a alguien a Caracas para presionar”. El asesor estadounidense resumió así el papel del emirato: “Fueron increíblemente útiles”.

Durante el Foro de Doha, el vicecanciller panameño Carlos Hoyos añadió que su país también está dispuesto a apoyar, incluso acogiendo temporalmente a funcionarios venezolanos si ello contribuye a “resolver la situación”.

Brasil: Celso Amorim deja una advertencia severa ante un posible conflicto

El principal asesor de política exterior del presidente Lula da Silva, Celso Amorim, alertó en The Guardian que una intervención estadounidense podría transformar a Sudamérica en un “nuevo Vietnam”. Amorim calificó la decisión del expresidente Donald Trump de cerrar completamente el espacio aéreo venezolano como “un acto de guerra”.

Celso Amorim estuvo presente en Venezuela durante las elecciones presidenciales del 28 de julio y en aquel momento ofreció a su país como mediador ante el conflicto que se generó posteriormente, sin embargo los esfuerzos no rindieron frutos.

El diplomático aseguró que un ataque extranjero podría generar una respuesta regional —incluyendo sectores opositores venezolanos— y reactivar sentimientos antiestadounidenses comparables a los de la Guerra Fría. También calificó como “totalmente ilegal” la medida que llevó a que la mayoría de aerolíneas internacionales suspendieran sus vuelos al país.

Aunque Brasil no reconoce la victoria electoral que Maduro se atribuye en 2024, Amorim insistió en que su gobierno se opone a cualquier cambio de régimen forzado. Como una posible vía de salida, planteó reconsiderar un referéndum revocatorio, similar al de 2004, como mecanismo democrático para desactivar la crisis.

Maduro y Erdogan acuerdan reactivar la ruta Caracas–Estambul, pieza clave en el mapa geopolítico

En paralelo, Venezuela informó que el presidente Nicolás Maduro conversó telefónicamente con Recep Tayyip Erdogan y acordaron restablecer a la brevedad la ruta aérea Caracas–Estambul–Caracas de Turkish Airlines, cancelada en noviembre tras la advertencia de la Administración Federal de Aviación de EE. UU. de “extremar precauciones” sobre el espacio aéreo venezolano y por la revocatoria del gobierno venezolano.

El comunicado difundido por el canciller venezolano, Yván Gil, destacó que la reactivación permitirá continuar movilizando miles de turistas e inversionistas que semanalmente utilizan esta conexión.

Más allá de lo operativo, este gesto tiene un claro trasfondo geopolítico. No hay que olvidar que Turquía es un actor singular dentro de la OTAN. Aunque es aliado formal de Estados Unidos, mantiene una política exterior autónoma que le permite dialogar con actores sancionados o distanciados de Occidente, como Rusia, Irán o Venezuela.

Ankara se ha convertido en un intermediario pragmático, capaz de hablar con Washington sin romper sus canales con Caracas, lo que la posiciona como un puente para desescalar tensiones o facilitar contactos indirectos.

Turkish Airlines es un instrumento estratégico, con operaciones globales que han permitido a Venezuela mantener un enlace aéreo internacional estable pese al retiro de la mayoría de aerolíneas occidentales.

En su conversación con Maduro, Erdogan expresó “profunda preocupación por las amenazas” contra Venezuela y reiteró su disposición a apoyar una solución negociada a la crisis.

No hay que olvidar que en días recientes Donald Trump y Nicolás Maduro sostuvieron una conversación telefónica.

Mientras aumenta la presencia militar estadounidense en el Caribe y persisten las advertencias brasileñas sobre una posible escalada, la reaparición de Qatar como mediador potencial y el rol activo de Turquía como puente político dentro de la OTAN delinean un escenario en el que actores intermedios podrían resultar cruciales para evitar un conflicto mayor y abrir caminos negociados en torno al futuro de Venezuela 

Actualmente estos esfuerzos son aislados y unilaterales, no pertenecen a un intento conjunto para contribuir a una resolución diplomática, lo cual podría ser clave para que las acciones puedan transformarse en hechos.

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