Putin y Lukashenko se movilizan para apoyar a Maduro mientras crecen la incertidumbre sobre su destino

El presidente de Rusia, Vladimir Putin (izquierda), y el de Bielorrusia, Alexander Lukashenko (derecha), mostraron su apoyo por Nicolás Maduro esta semana en medio de las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. Fotografía: Oficina Presidencial de Rusia.

Guacamaya, 11 de diciembre de 2025. Rusia y Bielorrusia redoblan su apoyo al mandatario venezolano en medio de crecientes señales de que podría buscar refugio en el extranjero, mientras Washington despliega fuerzas en el Caribe y Donald Trump advierte que los días de Nicolás Maduro “están contados”.

El presidente ruso, Vladímir Putin, telefoneó a Maduro para reiterar su “apoyo” frente a la “creciente presión externa”, según informó el Kremlin. La llamada coincidió con una inusual actividad diplomática en Minsk: el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, recibió por segunda vez en 17 días al embajador venezolano en Moscú, Jesús Rafael Salazar Velázquez lo que según la agencia Reuters ha elevado las sospechas de una posible negociación.

De acuerdo con la agencia estatal Belta, Lukashenko recordó al diplomático que en su primer encuentro acordaron “coordinar ciertos asuntos” directamente con Maduro. El mandatario bielorruso, que mantiene relaciones estrechas con Caracas, ya había señalado que el venezolano sería “bienvenido” en Bielorrusia y que era “hora” de que realizara una visita.

Las reuniones se producen después de que fuentes consultadas por Reuters revelaran que Maduro dijo a Donald Trump, en una llamada telefónica el 21 de noviembre, que estaría dispuesto a abandonar Venezuela si él y su familia recibían plenas garantías de amnistía legal.

El gobierno estadounidense —que no reconoce a Maduro como presidente legítimo— ha incrementado su presión en los últimos meses, incluidos despliegues militares de gran escala en el Caribe. En una entrevista reciente con Politico, Trump afirmó que los días del mandatario venezolano “están contados”, aunque evitó precisar si estaría dispuesto a ordenar una intervención directa.

Mientras tanto, Moscú pidió a Washington evitar una “escalada hacia un conflicto a gran escala” en la región, advirtiendo sobre consecuencias “impredecibles” para todo el hemisferio.

En la llamada se ha estableciendo como lugar de la próxima CIAN la ciudad de Caracas en el marco del Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación que entró en vigor en noviembre de 2025.

Lukashenko, un aliado leal del Kremlin que en los últimos meses ha iniciado un diálogo con la administración Trump tras años de aislamiento, también ha visto un alivio parcial de sanciones estadounidenses. Washington nombró recientemente a un enviado especial, John Coale, para negociar la liberación de presos políticos en Bielorrusia, en un acercamiento que recuerda los equilibrios geopolíticos en torno al caso venezolano.

Días atrás Nicolás Maduro sostuvo una llamada con el presidente Erdogan de Turquía y varios medios estadounidenses también señalaron a ese país como posible refugio del líder chavista. Sin embargo, en lo concreto la llamada selló la posible vuelta a Venezuela de la aerolínea Turkish Airlines.

Mientras las potencias mueven fichas, crece la incertidumbre sobre el el destino político de Maduro y podría decidirse lejos de Caracas o permanecer en el país mientras enfrenta niveles de presión máximos. Rusia ya jugó un papel importante en 2019 en la permanencia y la capacidad de resistencia de Maduro ante la máxima presión del primer gobierno de Trump.

El gobierno venezolano no se ha pronunciado sobre esta información.

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