EEUU y Ucrania pactan tregua de 30 días y se reanuda ayuda militar

Reunión en Yeda, el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, y el consejero de Seguridad Nacional, Mosaad bin Mohammad al-Aiban, se encontraron con el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio (2° izquierda), el asesor de Seguridad Nacional de EEUU, Mike Waltz (izquierda), el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerovto (derecha), el jefe de la Oficina Presidencial ucraniana, Andriy Yermak (2º derecha), y el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andriy Sybiga (3º derecha). Fotografía: Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania.

Guacamaya, 11 de marzo de 2025. Tras tensiones diplomáticas y un congelamiento de apoyo, Washington anunció este martes la reactivación de su asistencia de seguridad e Inteligencia a Kiev, junto a un alto el fuego provisional de un mes, sujeto a la aceptación de Moscú.

La decisión se selló en Yeda, Arabia Saudita durante un encuentro encabezado por el secretario de Estado Marco Rubio y el jefe de gabinete ucraniano Andrey Yermak, en un intento por relanzar el diálogo con Rusia. 

En una declaración conjunta difundida tras las negociaciones en Yeda, mediadas por Arabia Saudita, Ucrania aceptó la propuesta estadounidense de un cese de hostilidades inmediato de 30 días, prorrogable si ambas partes lo avalan. Marco Rubio aseguró que Kiev “está dispuesto a dejar de disparar y dialogar”, trasladando la responsabilidad a Rusia: “La pelota está en su tejado. Si rechazan, sabremos quién obstruye la paz”, advirtió el jefe de la diplomacia norteamericana. 

El acuerdo marca un giro tras el tenso episodio entre Zelenski y Trump en febrero, cuando Washington congeló temporalmente el envío de armas y el intercambio de información. Aunque Rubio negó que se abordara el polémico “acuerdo de minerales”  mencionado previamente como posible contraparte, confirmó que ambos gobiernos trabajan bajo “instrucciones presidenciales” para concretar los términos. 

Diplomacia en medio del avance ruso

La reunión ocurre en un contexto crítico para Ucrania. Moscú anunció este sábado la captura de 12 localidades en el este, mientras intensifica ataques en Sudzha, un lugar logístico clave cerca de la frontera. Además, Rusia reportó la interceptación  de 337 drones ucranianos 91 cerca de Moscú, que dejó dos muertos y suspendió operaciones en cuatro aeropuertos capitalinos. 

 Andrey Yermak, jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania subrayó que su prioridad es una “paz justa con garantías de seguridad” para evitar nuevas invasiones. Pese al ambiente “constructivo” en Yeda, la presión sobre Ucrania crece: la Administración Trump insiste en forzar negociaciones y ya ha reanudado contactos directos con Rusia, excluyendo a Kiev algo que ha sido criticado por la Unión Europea

¿Y la Unión Europea?

Por su lado, el día de hoy la  Unión Europea (UE) elevó este martes su voz en el Consejo de Seguridad de la ONU para exigir respaldo internacional a Ucrania, en un contexto marcado por el abrupto cambio de postura de Estados Unidos hacia Moscú. Kaja Kallas, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, subrayó que Ucrania “merece decidir su propio futuro” y rechazó cualquier injerencia rusa. 

“Ucrania no quiere ser parte de Rusia. Su voluntad soberana debe respetarse”, afirmó Kallas durante la sesión anual de cooperación entre la UE y la ONU, un encuentro que este año trascendió su carácter protocolario debido a la coyuntura geopolítica. 

El llamado de Bruselas llega tras el reciente acercamiento de Washington a Moscú, que incluyó conversaciones bilaterales sobre control de armas y seguridad regional. Este giro, interpretado por aliados europeos como una posible distensión unilateral, ha generado inquietud en la UE, que insiste en mantener la presión sobre el Kremlin mientras continúe la invasión. 

La intervención de Kallas reforzó el mensaje de unidad europea frente al conflicto, aunque analistas señalan que la postura de EEUU podría fracturar el frente occidental. La diplomática recordó que la cooperación transatlántica «sigue siendo vital», pero urgió a la comunidad internacional a no ceder ante lo que calificó como “narrativas de fuerza rusa”. 

El debate también abordó la necesidad de fortalecer el multilateralismo en crisis como las migraciones y el cambio climático, aunque el foco permaneció en el este de Europa. Con la sombra de una posible reconfiguración de alianzas, la UE busca consolidar su rol como garante de un orden basado en normas, en un escenario donde las tensiones entre potencias redefinen el tablero global. 

Detalles de la negociación:

La delegación estadounidense incluyó a Steve Witkoff, enviado presidencial para Oriente Próximo, y al asesor de seguridad Mike Waltz, quien participó en febrero en conversaciones con Moscú en Riad en compañía de Marco Rubio, Secretario de Estado. Por el lado de Ucrania, asistieron el canciller Andréi Sibiga y el ministro de Defensa, Rustem Umérov. 

Ucrania y Estados Unidos acordaron nombrar equipos negociadores para mantener “comunicación permanente”.

Mientras tanto, el Kremlin consolida su ofensiva terrestre, la tregua propuesta inicialmente planteada por Kiev como parcial que inicialmente era solo mar y aire se amplió a un alto al fuego total. Rubio insistió en que “esto no es un reality show”, sino una ventana para “recuperar la paz”. Sin embargo, el margen de Kiev se reduce: su presencia en Kursk se debilita y Rusia avanza hacia líneas críticas. Mientras que la Unión Europea busca tener presencia en la negociación y por su parte Arabia Saudita se consolida como el mediador clave del conflicto, algo que podría tener efectos importantes en el papel de la OPEP+ y la situación del petróleo con implicaciones para Venezuela.

Todo esto ocurre luego de tensiones el fin de anteriormente en la Fachada Atlántica por la disputa territorial del Esequibo entre Venezuela y Guyana. El aumento de  los enfrentamientos en Siria y el conflicto de Gaza.

Anteriormente, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso enfatizó que cualquier solución requiere “garantías irrevocables” sobre la neutralidad ucraniana, un reclamo histórico del Kremlin para reducir la influencia occidental en la región. 

“No habrá cese de hostilidades hasta que las negociaciones aseguren los intereses estratégicos de Rusia, particularmente en materia de seguridad”, declaró Lavrov en una rueda de prensa reciente. El jefe de la diplomacia rusa insistió en que la posible adhesión de Ucrania a la OTAN representa una “línea roja” para Moscú, alegando riesgos a su integridad territorial.

Por otra parte, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump reaccionó diciendo que “Ucrania aceptó” el Alto al Fuego y espera que “el presidente Putin también acepte”. Afirmó que espera hablar con Vladimir Putin próximamente.

El gobierno ruso ha señalado que no descarta establecer contactos con representantes de Estados Unidos en los próximos días, según declaraciones de María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, en su rueda de prensa semanal ante una pregunta de la agencia Sputnik en referencia a lo dicho por Trump.

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