Lula en la ONU: “El camino del diálogo no se le debe cerrar a Venezuela”

El presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva de Brasil se dirige al debate general del 80º período de sesiones de la Asamblea General. Fotografía: ONU / Loey Felipe.

Guacamaya, 24 de septiembre de 2025. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó este martes a mantener abiertas las vías de diálogo con Venezuela, en medio de la creciente tensión por el despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe. En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el mandatario advirtió sobre los riesgos de utilizar la fuerza en contextos sin conflictos armados y cuestionó la equiparación entre delincuencia y terrorismo.

Durante su intervención, Lula subrayó que América Latina es “un continente libre de armas de destrucción masiva, sin conflictos étnicos ni religiosos”, y advirtió que la experiencia de intervenciones en otras regiones “ha causado más daño del previsto con graves consecuencias humanitarias”. El presidente brasileño reiteró que la lucha contra el narcotráfico debe centrarse en la cooperación internacional para frenar el lavado de dinero y restringir el comercio de armas, más que en operaciones de fuerza.

El llamado de Lula coincide con el reciente intento de Nicolás Maduro de acercarse a Washington a través de una carta enviada a Donald Trump a inicios de septiembre. La Casa Blanca, sin embargo, desestimó la propuesta calificándola de “llena de mentiras” y reafirmó que su posición hacia Caracas no cambiará.

El mensaje brasileño se produce en un contexto internacional marcado por la multipolarización y el déficit de liderazgo global, según advierte el Munich Security Report 2025. Mientras Estados Unidos adopta un enfoque más transaccional, China impulsa un orden alternativo, la Unión Europea busca consolidar su autonomía estratégica y Rusia ejerce presión disruptiva, potencias intermedias como India y Brasil promueven nuevos equilibrios.

Brasil y el No alineamiento en un mundo multipolar

Bajo el liderazgo de Lula, Brasil concibe la multipolaridad como una oportunidad para reforzar la autonomía de los países en desarrollo y ampliar su influencia en la gobernanza internacional. Para el gigante sudamericano, un orden multipolar es más democrático e inclusivo, corrige los desequilibrios históricos del sistema internacional y ofrece mayor espacio para que el Sur Global actúe como actor colectivo.

En este marco, Brasil busca proyectarse como mediador y puente entre Norte y Sur, Este y Oeste, impulsando una política exterior de no alineamiento. Esta estrategia le permite cooperar con Estados Unidos y la Unión Europea en comercio, clima y transición energética, al tiempo que mantiene su papel activo en los BRICS ampliados y cultiva relaciones pragmáticas con China y Rusia sin romper con Occidente.

Sin embargo, este equilibrio genera tensiones: mientras en Occidente se valora a Brasil como socio en temas ambientales y energéticos, persiste la desconfianza según la perspectiva occidental debido a su cercanía con Moscú y Pekín; en el Sur Global, en cambio, su imagen es más positiva, aunque compite con India y Sudáfrica por el liderazgo regional.

A pesar de su potencial, Brasil enfrenta limitaciones internas y externas para consolidarse como polo multipolar: desigualdad, violencia, corrupción y fragilidad institucional; capacidades militares reducidas que restringen su influencia en seguridad global; y una fuerte dependencia económica de China, que condiciona su margen de maniobra.

El discurso de Lula en la ONU y su insistencia en el diálogo con Venezuela reflejan una política exterior que busca combinar multipolaridad y no alineamiento activo. Brasil pretende convertirse en voz del Sur Global y motor de la reforma de la gobernanza internacional, pero sus limitaciones estructurales y la creciente polarización entre Occidente y el eje China–Rusia pueden dificultar su consolidación como potencia global.

Brasil defiende la multipolaridad como oportunidad para el Sur Global y busca liderar desde una estrategia de no alineamiento, proyectando su papel como mediador en crisis regionales como la venezolana.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *