Balancín petrolero en el municipio Lagunillas, Zulia. Fotografía: Rjcastillo.
Guacamaya, 13 de octubre de 2025. Según el último informe de la OPEP, la producción petrolera de Venezuela ha seguido aumentando desde junio a pesar de la imposición de nuevas medidas restrictivas por parte de Estados Unidos.
En septiembre, la producción aumentó en 27.000 barriles por día según las fuentes secundarias citadas en el informe, llegando a 967.000 bpd. Según la comunicación directa del Ministerio de Hidrocarburos, esta habría subido en 8.000 bpd hasta 1.105.000 bpd.
El volumen de producción también ha aumentado un 6 o 7% desde enero de este año, y las exportaciones un 26%, llegando a superar el millón de barriles por primera vez el mes pasado.
El crecimiento gradual del sector petrolero se está logrando aún cuando la administración Trump ha cancelado todas las licencias de la OFAC —aunque ha creado una nueva para Chevron— y ha introducido la amenaza de aranceles secundarios del 25% contra cualquier país que compre petróleo y gas venezolanos —aunque nunca la ha materializado.
En estos últimos meses, parte de la respuesta es Rusia. Según la empresa Kpler, esta nación empezó a proveer nafta en marzo, y en los últimos meses se ha convertido prácticamente en la única fuente.
La nafta y otros diluyentes son esenciales para la mezcla con el crudo extrapesado venezolano, que se encuentra principalmente en la Faja Petrolífera del Orinoco. De lo contrario, sería demasiado viscoso incluso para circular por oleoductos.
Con esto, Rusia está reemplazando el papel que ha tenido Estados Unidos desde enero de 2023 con la reanudación de las operaciones por parte de Chevron.
Venezuela también estuvo almacenando diluyentes antes de que terminase el plazo de la primera licencia de Chevron. En mayo, podemos ver que la importación de nafta desde Estados Unidos aumentó en un 94% de marzo a mayo, llegando a 107.700 barriles por día.
Irán también ha jugado un papel importante en la importación de diluyentes aparte de la nafta, sobre todo en los puntos en que más se han recrudecido las sanciones.
Cabe destacar que en los últimos meses Venezuela no ha tenido ningún equipo de perforación rotatoria activo. Estos son indicadores de que se está invirtiendo en nueva producción. Por lo contrario, PDVSA y sus socios siguen enfocados en gastos operativos y en reparaciones, sin hacer nuevas inversiones.







