En un vídeo, altos funcionarios de la administración Trump mostraron el asalto a un buque petrolero proveniente de territorio venezolano. Fotografía: X / @AGPamBondi.
Guacamaya, 10 de diciembre de 2025. El presidente Donald Trump confirmó que fuerzas estadounidenses confiscaron un “gran petrolero” frente a las costas de Venezuela.
La operación, revelada inicialmente por Bloomberg, supone una escalada significativa en el conflicto bilateral y amenaza con complicar aún más las exportaciones de crudo venezolano, en un momento de presión militar y sanciones crecientes. El incidente coincide con el día en que María Corina Machado recibió el Premio Nobel de la Paz.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que Estados Unidos incautó en las últimas horas un buque petrolero “grande” frente a la costa de Venezuela, en medio de la creciente tensión entre ambos países. “Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un gran petrolero, muy grande —el más grande jamás incautado, de hecho—”, dijo Trump a los periodistas. “Y están pasando otras cosas, lo verán más adelante”, añadió al inicio de una mesa redonda con empresarios y altos funcionarios.
La agencia Bloomberg había informado primero en exclusiva, citando a fuentes familiarizadas, que un petrolero sancionado por Estados Unidos había sido confiscado frente a las costas venezolanas. La incautación podría dificultar mucho más la exportación de petróleo venezolano, ya que otros transportistas probablemente se mostrarán más reacios a realizar cargamentos.
Según Bloomberg fuerzas estadounidenses interceptaron y confiscaron el buque en una acción que representa una grave escalada en las tensiones entre Washington y Caracas. La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de la agencia. Tampoco lo hicieron la petrolera estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) ni los ministerios de Petróleo e Información de Venezuela.
La mayor parte del petróleo venezolano se destina actualmente a China, generalmente a través de intermediarios y con fuertes descuentos debido al riesgo de sanciones. La administración Trump ha intensificado su presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien acusa de dirigir una operación de narcotráfico. El Pentágono ha realizado más de 20 ataques contra presuntos barcos de narcotraficantes en aguas cercanas a Venezuela y Colombia, causando la muerte de más de 80 sospechosos. Trump ha sugerido en repetidas ocasiones que Estados Unidos podría lanzar ataques terrestres y que los “días de Maduro están contados”.
El gobierno venezolano calificó las acciones de Estados Unidos como un intento de apropiación de las reservas petroleras del país, entre las más grandes del mundo. La incautación del buque se produce el mismo día en que María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
En los últimos meses, Maduro ha llamado a los venezolanos a unirse contra lo que describe como amenazas estadounidenses y a alistarse en la milicia ciudadana. Asimismo, ha ordenado el despliegue de tropas, barcos, aviones y drones en la frontera con Colombia, en estados costeros y en una isla.
PDVSA, que controla toda la industria petrolera del país, mantiene alianzas con socios internacionales, entre ellos Chevron Corp., con sede en Houston, para realizar perforaciones en múltiples zonas de Venezuela. Según el acuerdo vigente, Chevron paga al gobierno venezolano un porcentaje del petróleo que produce en las empresas mixtas con PDVSA. Una licencia del Departamento del Tesoro estadounidense exime a la compañía de las sanciones.
En 2025, China ha sido el destino del 55% al 90% de las exportaciones petroleras venezolanas, un aumento respecto al 40%-60% del año anterior. Sin embargo, la competencia con crudo sancionado de Rusia e Irán, junto con el riesgo que implica cargar en puertos venezolanos debido al despliegue militar de EE.UU., ha obligado a PDVSA a ofrecer descuentos cada vez más pronunciados. Operadores confirmaron que el crudo Merey se ha vendido recientemente a hasta 15 dólares por barril por debajo del precio del Brent, casi el doble del nivel del año pasado.
Una fuente señaló a la agencia Reuters que la estatal venezolana “se ha visto obligada a aceptar precios reducidos porque los transportistas involucrados asumen mayores riesgos al cargar en puertos venezolanos, cerca de donde Estados Unidos tiene anclados sus buques militares”.
Con la abundancia de crudo ruso e iraní con grandes descuentos, los compradores chinos han mostrado poco interés por las ofertas venezolanas, incluso cuando el precio del Merey cayó a 14 dólares por debajo del Brent, según operadores involucrados en ventas a refinerías independientes dijeron a Reuters.
En noviembre, Venezuela envió 746.000 barriles por día a China, de acuerdo con datos de monitoreo de buques. Pese a las sanciones y el ambiente de riesgo, el país logró aumentar sus exportaciones respecto a los volúmenes previstos para 2024, reflejando el esfuerzo de PDVSA por evitar un colapso de sus ingresos petroleros. Los precios internacionales del crudo han golpeado con mayor fuerza al petróleo pesado venezolano debido a su calidad y a la presión de las sanciones, según operadores y fuentes de la empresa.
La semana pasada, la ministra de Petróleo y Vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció que la producción de crudo aumentó a 1,17 millones de barriles por día en noviembre, frente a los 1,13 millones de octubre, según una nota de Reuters. PDVSA no respondió a nuevas solicitudes de comentarios sobre el impacto de la incautación.
La escalada en el Caribe y la confiscación del petrolero abren un nuevo capítulo en la confrontación entre Washington y Caracas, marcando un escenario de creciente incertidumbre para el mercado petrolero venezolano y sus principales clientes en Asia.







