Detención de Gregory Sanabria por ICE incrementa alarma internacional ante posible deportación

El caso de Sanabria se produce en medio de un endurecimiento de la política migratoria estadounidense y un aumento en las deportaciones, incluso de solicitantes de asilo y activistas perseguidos. Foto: Archivo

Guacamaya, 17 de junio de 2025. El expreso político venezolano, Gregory Sanabria, permanece recluido en el Centro de Procesamiento Montgomery, en Texas, desde el pasado 12 de junio, cuando fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de los Estados Unidos. Su arresto ha encendido las alarmas de múltiples defensores de los derechos humanos y líderes políticos, ante el riesgo de su deportación

Sanabria, de 31 años, había pasado más de tres años en El Helicoide, prisión de alto perfil para detenidos políticos, tras ser detenido por el gobierno de Nicolás Maduro, luego de haber participado en las protestas de 2014. Después de su liberación en 2018, y ante el riesgo de nuevas detenciones, el activista había optado por el exilio y llegó finalmente a Estados Unidos en 2022, tras cruzar El Darién.

Luego de llegar al país norteamericano, el joven venezolano había iniciado su proceso de solicitud de asilo político, basado en denuncias de golpizas, abusos y lesiones de gravedad en su contra mientras permanecía en prisión. Justamente, su detención en Estados Unidos se produce tras presentarse de forma voluntaria a una audiencia migratoria de rutina relacionada a su solicitud de asilo.

Según su hermano, Anthony Sanabria, Gregory no tiene antecedentes penales en EE. UU. y, se ha dedicado a trabajar en plataformas como Uber y en el sector de la construcción, para su subsistencia y el envío de remesas a Venezuela. Tanto su familia como organizaciones civiles advierten que, de ser deportado, Sanabria podría enfrentarse nuevamente a tratos crueles o incluso la muerte.

“Un día me dijo: ‘no me gustaría volver a caer en una cárcel, prefiero morirme’”, relató Anthony Sanabria en declaraciones al medio NTN24, Este temor se ha incrementado tras la información compartida en The Washington Post, sobre el posible traslado de Gregory a El Salvador, donde más de 200 venezolanos permanecen detenidos desde marzo tras haber sido deportados.

Voces clave piden garantías para Gregory Sanabria

Algunos actores internacionales clave en la defensa de derechos humanos, e incluso líderes políticos de Estados Unidos han visto con preocupación el caso de la detención de Gregory Sanabria y su posible deportación. Juan Pappier, subdirector de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), aseguró al diario español El País, que el hecho pondría a Gregory en una situación de vulnerabilidad.

Por su parte, el congresista republicano Mario Díaz-Balart envió una carta a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en la que solicita la liberación de Sanabria y advierte que “si es devuelto al régimen de Maduro, su vida correría grave peligro”. Díaz-Balart subrayó que Estados Unidos “debe seguir siendo un faro de libertad y democracia” y la protección es un deber moral y de seguridad nacional.

Asimismo, Amnistía Internacional Américas exigió que se respete el derecho de Sanabria a solicitar asilo y resaltó la necesidad de que reciba protección internacional. El organismo enfatizó que las políticas migratorias de Estados Unidos “no pueden ignorar el riesgo real de que Gregory y miles de personas más sean devueltas a un país donde podrían ser torturadas”.

Gregory Sanabria es oriundo del estado Táchira, y se desempeñaba como estudiante de Ingeniería Informática en la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), antes de su detención en 2014. Por lo pronto, Sanabria permanece a la espera de que un juez de inmigración evalúe su caso, mientras la comunidad internacional y la sociedad civil siguen de cerca el desenlace.

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