El cierre de USAID y sus efectos en Venezuela y la región

Solo los programas de ayuda exterior “que se ajusten a los intereses de Estados Unidos” serán ahora absorbidos por el Departamento de Estado. Foto: Embajada de los Estados Unidos en Venezuela.

Guacamaya, 03 de julio de 2025. El pasado martes 1 de julio, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) cesó oficialmente sus operaciones después de más de 60 años de servicio. Con la medida, impulsada por el gobierno de Donald Trump y formalizada por el secretario de Estado, Marco Rubio, el futuro de millones de personas y de programas de desarrollo en el mundo queda en vilo.

El argumento que esgrime el gobierno estadounidense para el cierre definitivo de la USAID se basa en la supuesta ineficiencia del organismo, el despilfarro de recursos y casos de malversación y fraude. De acuerdo a Rubio, los intereses nacionales no habrían sido respaldados por las recientes políticas de ayuda internacional y, ante ello, se buscaba una administración de recursos más responsable y eficiente.

“A partir del 1 de julio, USAID dejará oficialmente de prestar ayuda exterior. Los programas de ayuda exterior que se ajusten a las políticas de la Administración —y que promuevan los intereses estadounidenses— serán administrados por el Departamento de Estado, donde se llevarán a cabo con mayor responsabilidad, estrategia y eficiencia“, señaló Rubio en el portal de la Secretaría de Estado.

El pasado 24 de enero, la USAID había suspendido sus actividades por 90 días como parte de órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump destinadas a reevaluar la ayuda exterior de Estados Unidos. Dos semanas después, Elon Musk, director del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), anunció el cierre inminente de la Agencia, tras calificarla de “organización criminal”.

Antes del periodo de congelamiento de la ayuda, la USAID representaba el 0,3 % del gasto federal estadounidense. Tras el cierre definitivo, las reacciones no tardaron en llegar. Un estudio publicado en la revista médica The Lancet advierte que los recortes en la ayuda exterior, a causa del cese de USAID, podrían provocar más de 14 millones de muertes adicionales para 2030 en todo el mundo.

“Estimamos que, en las últimas dos décadas, los programas financiados por la USAID han ayudado a prevenir más de 91 millones de muertes en todo el mundo, incluidos 30 millones de muertes infantiles”, agregaron los investigadores. El impacto del cierre sería comparable, según ellos, al de una pandemia global o un conflicto armado, especialmente en países de ingresos bajos y medios.

Impacto en Latinoamérica y el caso venezolano

Ante la medida, América Latina también enfrentará la suspensión de fondos y la paralización de programas sociales clave. En 2024, la región recibió 2.300 millones de dólares de la USAID, de los 44.000 millones de dólares distribuidos en el mundo, los cuáles fueron destinados principalmente a iniciativas relacionadas a la gestión migratoria, la asistencia humanitaria y el apoyo a la sociedad civil.

El caso venezolano es bastante llamativo, pues el país sudamericano pasó de recibir 8 millones de dólares en 2014 a más de 211 millones en el 2024, lo que multiplicaría por 26 los fondos asignados en la última década. La distribución de estos recursos se repartió esencialmente entre asistencia humanitaria (132,3 millones), democracia y derechos humanos (33,1 millones) y salud (14,55 millones).

La agudización de la crisis política y económica bajo la administración de Nicolás Maduro fue el principal motivo de tal incremento. El gobierno acusó en múltiples oportunidades a la cooperación internacional de financiar a la oposición y actividades desestabilizadoras. Así, las ONGs venezolanas, además de no poder continuar con actividades vitales, han optado por el silencio para evitar represalias.

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