50% de los profesores de la UCV han desertado por bajos salarios

Fachada de la sede de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv), ubicada en la Ciudad Universitaria de Caracas: Foto: Página Web IPPUCV/APUCV

Guacamaya, 10 de julio de 2025. La Universidad Central de Venezuela (UCV) enfrenta una profunda crisis que amenaza su calidad académica. El presidente de la Asociación de Profesores de la institución (Apucv), José Gregorio Alfonso, señaló que hasta la mitad de la plantilla de profesores ha renunciado en los últimos meses, debido principalmente a los bajos salarios y la falta de condiciones dignas.

La institución, que es la primera del país y vigésimosexta de Latinoamérica, de acuerdo al QS World University Ranking 2026, sufre una alarmante fuga de docentes que ronda entre el 44 % y 50 %, según cifras de la Apucv. En declaraciones a Unión Radio, José Gregorio Alfonso señaló que esta situación no puede considerarse normal ni aceptable.

“No se puede naturalizar lo que no está bien. No está bien esta situación, no es novedosa. Tal vez cuando haya alguna variante, está más próxima a qué se está agravando lo que tenemos a que empiece un camino de superación”, expresó. De acuerdo con el dirigente gremial, no solo se ve afectada la calidad de la enseñanza, sino también la continuidad de programas y proyectos educativos esenciales.

El reclamo del gremio docente es una valoración salarial justa, que refleje el costo de vida actual y permita retener el talento dentro del sistema universitario público, que es subsidiado por el Estado venezolano. “Hemos reiterado durante varios años nuestra demanda de que se valore el trabajo de los universitarios porque al final tampoco estamos reclamando un privilegio”, agregó Alfonso.

En este sentido, explicó que desde 2022 no ha habido un ajuste en el tabulador salarial, en contraste con el incremento de la inflación y el costo de la canasta alimentaria familiar. Estas condiciones laborales han generado un éxodo masivo hacia otros sectores o hacia el extranjero, donde las oportunidades son mejores y los ingresos más dignos.

“Tenemos tres remuneraciones al mes. Una en bolívares e inamovible, que es el salario base, que va de 130 bolívares para obreros grado 1, hasta 522 bolívares para titulares con dedicación exclusiva con 25 años de carrera docente”, indicó. A eso se le suman 120 dólares en bolívares del llamado “bono contra la guerra económica” y el bono de alimentación equivalente a 40 dólares.

Alfonso destacó que las bonificaciones se asignan de manera uniforme, sin contemplar jerarquía, antigüedad, funciones o responsabilidades. Este hecho constituye un fiel reflejo de problemas estructurales del sector público en el país, en los que la depreciación constante del salario y la falta de inversión han deteriorado servicios y capacidades institucionales.

La Universidad Central de Venezuela, pese a estar constituida como una institución autónoma, depende financieramente del Estado, razón por la cual no escapa de la realidad local. La fuga de talentos, que amenaza la calidad educativa y la puesta en marcha de investigación, innovación, desarrollo y crecimiento, urge de la implementación de medidas efectivas para revertir la tendencia.

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