PNUD: Venezuela crece en 2025, pero repunte petrolero choca con inflación y sanciones

El Informe Macroeconómico del Primer Semestre 2025 resalta un desempeño sólido en los sectores petroleros y no petroleros. Aunque se mantienen retos en materia de inflación y estabilidad cambiaria, los avances reflejan una economía con bases más firmes. Fotografía: Centro de Prensa del PNUD

Guacamaya, 8 de septiembre de 2025. La economía venezolana muestra un 2025 de claroscuros: el PIB creció 7,7 % en el primer semestre impulsado por la producción petrolera, que alcanzó sus niveles más altos desde 2019, y el Gobierno aplicó aumentos en los ingresos del sector público. Sin embargo, la inflación, la devaluación del bolívar y las sanciones petroleras de Estados Unidos amenazan con socavar los avances, según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En el plano energético, Pdvsa tomó el control de las operaciones que mantenía en empresas mixtas con Chevron tras la expiración de la Licencia General 41. Aunque la compañía estadounidense recibió directrices de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) para conservar activos y mantener personal mínimo, fue la estatal venezolana la que consolidó el manejo de los campos. Paralelamente, Repsol confirmó que continuará con su negocio gasista en el país —que representa más del 80 % de su actividad local—, mientras que la italiana Eni garantizó la producción de gas para “evitar una crisis social” y mantiene conversaciones con Washington tras las nuevas prohibiciones. Posteriormente Chevron obtiene una licencia secreta de parte del gobierno estadounidense, algo que ha generado expectativas en el plano economico en Venezuela.

No obstante, Estados Unidos revocó la licencia operativa del proyecto gasífero Campo Dragón, desarrollado junto a Trinidad y Tobago, lo que frenó un plan estratégico para ambos países.

Pese a este panorama, la producción petrolera promedió 1.048 mil barriles diarios en el primer semestre y llegó a 1.069 mil en junio, el mayor nivel desde 2019. Esto permitió sostener la expansión del PIB, que el PNUD proyecta en 5,8 % para todo 2025. Sin embargo, la caída de 23 % en los precios internacionales del crudo limitó los ingresos: las exportaciones petroleras sumaron 8.025 millones de dólares, apenas por encima de 2024, con China como destino del 77 % de los envíos.

El organismo alerta, sin embargo, que la inflación acumulada llegó a 123 % en el primer semestre y podría cerrar el año en 275 %, la más alta de América Latina. El bolívar se devaluó 52 % en lo que va de año, mientras el Banco Central destinó 1.800 millones de dólares a intervenir el mercado cambiario.

En este contexto, el Gobierno decretó un aumento del Bono de Guerra Económica, con lo que los trabajadores públicos pasaron a percibir 120 dólares mensuales, los jubilados 112 y los pensionados 50, todos indexados al tipo de cambio oficial. El ingreso mínimo integral del sector público subió así de 131 a 161 dólares, un alza de 23 %.

Pero en el sector privado, la situación es muy distinta: el ingreso mínimo integral cayó a 41,4 dólares, y el salario mínimo nominal a apenas 1,1 dólares, un desplome de 66,5 % frente a 2024. Según el PNUD, este monto cubre apenas el 5,6 % de la canasta básica —estimada en 710 dólares—, lo que obliga a una familia a necesitar 18 ingresos mínimos para cubrir sus necesidades esenciales.

El informe concluye que, pese al repunte petrolero y los ajustes salariales en el sector público, la inflación, la devaluación y la fragilidad del sistema financiero —con una cartera de créditos equivalente a solo 2,6 % del PIB, frente al 22 % de hace una década— limitan la recuperación. El desempeño del segundo semestre dependerá de la resistencia del sector petrolero frente a las sanciones, la volatilidad cambiaria y la caída de los precios internacionales.

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