Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela continúan escalando tras el anuncio de Donald Trump de que el espacio aéreo venezolano está cerrado. En la imagen, el USS Gerald R. Ford en Noruega en septiembre de 2025. Fotografía: U.S. Navy / Weston Mohr.
Guacamaya, 29 de noviembre de 2025. Este sábado se vivió una importante escalada en las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, marcada por el post en X del presidente Donald Trump en el que declaró que el espacio aéreo venezolano estaba «totalmente cerrado» para aerolíneas, pilotos, traficantes y otras operaciones. La publicación denotaba así un viable cierre de la zona aérea como preámbulo a una acción militar inminente.
El mensaje del mandatario estadounidense coincidió con la reciente suspensión de vuelos internacionales a Venezuela tras alertas de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE. UU. sobre riesgos de seguridad. A esto se suma también el registro de interferencias electromagnéticas que afectaron las comunicaciones y la navegación aérea sobre el país, lo que motivó desvíos de vuelos comerciales.
El post de Trump parece ser una respuesta directa ante la confirmación de que sostuvo una llamada con Nicolás Maduro, dada a conocer días atrás por medios internacionales. De acuerdo a información validada por Guacamaya, tras consultas a fuentes vinculadas, la llamada habría ocurrido el pasado viernes 21 de noviembre, y en ella se habría evaluado la posibilidad de que ambos se vieran en persona.
La escalada del mensaje de Trump también generó publicaciones y análisis de posibles ataques inminentes en territorio venezolano en las próximas horas anunciados por fuentes vinculadas a la defensa y seguridad como “South Asia Index” o “US Homeland Security News”, y de portales de noticias como CNN Brasil, lo que ha generado un clima de alerta máxima en la región.
Los departamentos de Estado y de Defensa, y la vocería de la Casa Blanca, no respondieron a solicitudes de información de Guacamaya, para confirmar si en efecto había intención de hacer cumplir un cierre del espacio aéreo venezolano por la fuerza.
Fin de semana, escalada de bajo coste
Es la enésima vez que miembros de la administración Trump introducen un elemento de escalada contra Venezuela especialmente cuando llega el fin de semana, pero utilizando un mínimo de recursos. Las acciones se han limitado principalmente a declaraciones y simbolismos, pero sin actuar de forma directa y militar contra el Estado venezolano.
El sábado 22 de noviembre, se filtró a la prensa estadounidense que supuestamente estaba por iniciar “una nueva fase de operaciones relacionadas con Venezuela”, y más tarde un funcionario anónimo afirmó que había un plan para lanzar papeletas desde aviones para el cumpleaños de Nicolás Maduro, el día después. El sábado 15 de noviembre, igualmente un cargo de la administración anónimo dijo que “se está preparando la mesa” para acciones militares en la región. El día después, el Departamento de Estado declaró su intención de incluir al “Cartel de los Soles” como “Organización Terrorista Extranjera”. El viernes 24 de octubre se anunció el envío del USS Gerald Ford al Caribe.
De esta forma, la administración Trump no ha llegado a tomar decisiones más contenciosas para su base, como podría serlo una expedición militar en el extranjero, ni tampoco toma riesgos graves, como asumir la posibilidad de que mueran soldados estadounidenses.
Venezuela condenó el cierre aéreo
Como reacción a la advertencia de Trump, el gobierno venezolano, a través de la Cancillería, emitió un comunicado en el que rechazó categóricamente las afirmaciones del mandatario estadounidense, al calificarlas como una «amenaza explicita de uso de la fuerza», hecho que además representa una violación a la soberanía y el derecho internacional, de acuerdo al documento.
A su vez, dado este contexto, el comunicado de la Cancillería denunció la «suspensión unilateral» por parte de EE.UU. de los vuelos de repatriación de migrantes venezolanos que se estaban realizando de manera regular y semanal a través del Plan «Vuelta a la Patria». El gobierno venezolano reiteró que nadie fuera del país tiene autoridad para restringir el uso del espacio aéreo venezolano.
Movimientos aéreos en la frontera con Brasil
Uno de los puntos más comentados fue el aterrizaje inesperado del Airbus A319 de Conviasa, avión anteriormente usado por el presidente Maduro, en el aeropuerto de Santa Elena de Uairén, en la frontera con Brasil. Ante esta situación, algunos medios sugirieron una posible huida de Maduro, lo que podría anular los ataques estadounidenses planeados.
Sin embargo, en relación a este hecho, fuentes locales reportaron que este movimiento no tuvo carácter de emergencia política o militar, sino que más bien se trataría de la llegada temporal de un grupo reducido de turistas, posiblemente rusos, alojados en un hotel en la zona tras desplazarse en helicópteros al Roraima. Esta versión fue difundida por Oscar Murillo, coordinador general de Provea.
Copa y Wingo mantienen vuelos sobre Venezuela
Por otro lado, pese a las alertas y avisos de seguridad, aerolíneas como Copa Airlines y Wingo mantienen operaciones sobre Venezuela. Este hecho indica que la medida del cierre de espacio aéreo no ha sido acatada universalmente y que un sector de la aviación comercial intenta o tiene concesión de seguir operando dentro de la compleja realidad de la región, a pesar de los riesgos y las tensiones políticas.
De este modo, existe la posibilidad de que el cierre total declarado por Trump se refiera más a una medida estratégica de presión que a un bloqueo efectivo. No obstante, la situación podría cambiar rápidamente si la tensión se traduce en acciones militares. El ambiente de este sábado reflejó una calma relativa en el terreno, pero de la misma se deben observar con cautela los próximos movimientos.
Elías Ferrer colaboró con la redacción de este artículo.







