PNUD estima crecimiento económico de 6.5% en 2024 y prevé contracción del 1.3% en 2025

El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) estimó un crecimiento del 6.5% en 2024 y pronostica una caída del PIB del 1.3% para 2025. Fotografía: Logo oficial del PNUD.

Guacamaya, 25 de abril de 2025. El informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), establece que Venezuela cerró el 2024 con un crecimiento impulsado por la expansión petrolera, pero al país le espera un 2025 incierto tras el retiro de la licencia a Chevron y otras compañías petroleras.

Según el más reciente informe económico publicado por el PNUD, en 2024 Venezuela registró un crecimiento de su PIB de 6,5 %, el crecimiento del año anterior es consecuencia de un importante repunte de la producción petrolera que se vio acompañado por un mayor consumo interno.

No obstante, la economía venezolana se encaminaría hacia un 2025 negativo, con una contracción proyectada del 1.3% Estará marcado por la incertidumbre con el retorno de la inflación, la posible detención de las inversiones extranjeras y el probable retroceso de la producción petrolera dada el reciente retiro de las licencias especiales a Chevron, Repsol, Maurel y Prom entre otras compañías que tenían permiso de Estados Unidos para operar en el país.

El documento también destaca la creciente dependencia del emprendimiento informal, que representa la principal fuente de ingreso del 58 % de los hogares, mientras que el ingreso mínimo integral apenas cubre el 5,8 % de la canasta básica. A pesar de algunos aumentos salariales en el sector privado, las brechas estructurales persisten.

Sin embargo, el informe  llama la atención sobre  serios desafíos para 2025, ligados así al escenario de inestabilidad generado tras las acciones de la administración Trump sobre el petróleo venezolano. Especialmente en lo que concierne al regreso de las sanciones y la suspensión de la licencia para operar a la empresa estadounidense Chevron y otras compañías petroleras, que solo podían seguir operando mientras tenían dicha autorización. La consecuencia más directa es que probablemente la producción se reduzca a 848 mil barriles diarios. Sumado a la reducción del consumo interno y la disminución del poder adquisitivo de la población debido al recorte de los ingresos fiscales y del PIB. Además, la inflación podría dispararse hasta el 175 %, revirtiendo las mejoras logradas en 2024.

Por lo tanto, la situación del desempeño económico de Venezuela en 2025 dependerá más de la capacidad de adaptación de su industria petrolera y del tiempo de salida de Chevron del país en conjunto con la mayor articulación de políticas macroeconómicas coherentes, la situación política  y la reinserción internacional que aún parece lejana debido a las recientes medidas de la administración Trump.

El panorama para Venezuela parece revivir viejos fantasmas del pasado con una inflación alta que podría conducir a una inestabilidad económica con un horizonte de incertidumbre para la población del país en medio de tensiones políticas.

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