¿Qué ha pasado en la Cumbre de los BRICS+en Brasil?

Cumbre BRICS + en Río de Janeiro en Brasil. Fotografía: Redes sociales

Guacamaya, 7 de julio de 2025. En su XVII Cumbre celebrada en Río de Janeiro, el grupo reafirmó su compromiso con un multilateralismo reformado, la cooperación Sur-Sur, la innovación tecnológica y el desarrollo sostenible, al tiempo que enfrentan tensiones internas y presiones externas.

Río de Janeiro fue escenario, los días 6 y 7 de julio de 2025, de la XVII Cumbre de los BRICS, un encuentro que marca un punto de inflexión para el bloque de economías emergentes. Bajo el lema “Fortalecer la cooperación del Sur global para una gobernanza más inclusiva y sostenible”, la Declaración de Río de Janeiro subrayó la intención de los BRICS de evolucionar más allá de una plataforma económica para convertirse en un actor clave en la geopolítica mundial.

El grupo fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica cuenta ahora con diez miembros plenos, tras la incorporación de Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia, aunque persisten dudas sobre la ratificación de Arabia Saudita. Otros diez países —como Bielorrusia, Bolivia, Kazajistán, Uganda y Vietnam— figuran como socios estratégicos. Este bloque ampliado representa casi la mitad de la población mundial, alrededor del 40 % de la economía global y más de dos quintas partes de la producción mundial de petróleo.

Los líderes asistentes —entre ellos Luiz Inácio Lula da Silva, Cyril Ramaphosa, Narendra Modi y Prabowo Subianto— reafirmaron su compromiso con un orden internacional multipolar y con la reforma de las instituciones multilaterales, incluyendo una propuesta brasileña para reformar el Consejo de Seguridad de la ONU. Las ausencias del presidente ruso, Vladimir Putin, y del presidente chino, Xi Jinping, han sido uno de los aspectos más relevantes de la cumbre.

La declaración abarca temas cruciales como la paz, el desarrollo sostenible, la inclusión y la reforma del sistema financiero global. También condena los atentados de abril en Jammu y Cachemira y llama a la paz en Sudán, Siria y Haití. En el plano económico, los BRICS critican las medidas arancelarias unilaterales, el mecanismo europeo de ajuste de carbono en fronteras y anuncian avances en un sistema de pagos propio para reducir la dependencia del dólar.

El impulso a la cooperación científica y tecnológica también fue protagonista. Se lanzó el Plan de Acción para la Innovación 2025-2030, que prioriza áreas como inteligencia artificial, computación cuántica e industria 4.0, y se anunció la creación del Centro de Competencias Industriales del BRICS (BCIC) junto a la ONUDI para formar talento en tecnologías avanzadas. Estas iniciativas buscan no solo fortalecer las capacidades técnicas de los miembros, sino también construir cadenas de valor regionales independientes.

En el plano social y cultural, la cumbre destacó el papel de la cultura como motor de desarrollo sostenible, la labor del Fórum Académico, el Fórum Sindical y el Consejo de la Juventud como espacios de diálogo ciudadano, y respaldó iniciativas para eliminar enfermedades socialmente determinadas y para regular la gobernanza de la inteligencia artificial.

Sin embargo, el bloque enfrenta retos importantes. La diversidad de intereses entre los nuevos miembros, las tensiones internas —como el veto de Brasil a la entrada de Venezuela, a pesar del respaldo ruso—, y la hostilidad de socios occidentales como Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump amenazó con aranceles del 10 % a los países alineados con el bloque, ponen a prueba su cohesión.

En un mundo marcado por conflictos regionales, guerras comerciales y nuevas políticas proteccionistas, los BRICS avanzan con ambición, pero también con cautela, conscientes de que su creciente peso global conlleva la difícil tarea de construir consensos sin sacrificar la soberanía de sus miembros.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *