La Bolsa de Valores de Caracas y el PNUD Venezuela anunciaron que se creará el primer Índice de Sostenibilidad Financiera en los próximos dos años. Fotografía: PNUD Venezuela.
Guacamaya, 10 de junio de 2025. La Bolsa de Valores de Caracas (BCV) y el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) crearán el primer Índice de Sostenibilidad Financiera en Venezuela. El anuncio del lunes marca un hito histórico para el mundo empresarial y financiero del país.
El objetivo será impulsar la inversión privada hacia iniciativas que generen impacto económico, social y ambiental en el país, un aspecto donde Venezuela ha quedado atrás en comparación con sus vecinos.
En una presentación en la BCV, se habló de un plan de cuatro fases durante los próximos dos años, que contemplará “formación técnica, el desarrollo de herramientas de medición y reporte, la aplicación práctica en proyectos piloto y la creación de un Índice de Sostenibilidad Financiera para el mercado venezolano”.
Tomiris Useche, especialista en Finanzas para el Desarrollo Sostenible, representó al PNUD en la presentación. “Es un programa integral, debemos contar con el respaldo institucional, el apoyo de la Sunaval es clave y lo que buscamos es acelerar la convergencia del mercado con los Objetivo del Desarrollo Sostenible (ODS), mediante instrumentos innovadores o una cultura de inversión responsable, lo que implique comenzar a alinearnos con criterios de sostenibilidad y gobernanza”.
José Grassio Vecchio, presidente de la bolsa, explicó que “El propósito central de esta alianza es movilizar recursos que impacten positivamente en áreas claves como la protección del medio ambiente y el desarrollo social”.
Vecchio también mencionó que se promoverá la emisión de bonos sostenibles, que serían introducidos por primera vez en el país. Estos son instrumentos de deuda que solo pueden ser usados para financiar proyectos que contribuyan al desarrollo sostenible.
El mundo empresarial en Venezuela ha mostrado poco interés por el impacto ambiental y social, de las inversiones, comparado con otros países, en parte justificado con la crisis económica—y multifacética—de esta última década.
Además, el sector energético en particular ha sido muy criticado por no mitigar sus efectos negativos para el medio ambiente—más allá de la propia producción de combustibles fósiles—por problemas como el venteo y quema de gas excesivo, o los derrames en mares y ríos.