Cumbre de Bogotá sobre Gaza. Fotografía: redes sociales Cancillería de Colombia
Guacamaya, 16 de julio de 2025. Con un mensaje contundente de la relatora de la ONU Francesca Albanese, la cumbre del Grupo de La Haya en Bogotá reunió a delegaciones de más de 30 países para coordinar acciones diplomáticas, legales y económicas contra Israel y exigir el cese inmediato de la masacre en Gaza. Venezuela y Colombia reforzaron su respaldo a la causa palestina y denunciaron la impunidad internacional.
Bogotá se convirtió esta semana en escenario de una intensa cumbre internacional por Palestina. Delegaciones de más de 30 países se dieron cita en la capital colombiana para participar en la reunión ministerial del Grupo de La Haya, creado a principios de este año para presionar a Israel a detener lo que sus miembros califican abiertamente como “genocidio” en Gaza.
El evento, copresidido por Colombia y Sudáfrica, busca no solo denunciar las violaciones al derecho internacional por parte de Israel, sino también coordinar medidas concretas de aislamiento diplomático, militar y económico, tanto en el sector público como privado.
Durante la apertura, la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, instó a todos los gobiernos a romper sus lazos con Tel Aviv. “Cada Estado debe revisar y suspender de inmediato todos sus vínculos con Israel, y garantizar que su sector privado haga lo mismo”, declaró, advirtiendo que mantener esos vínculos “equivale a apoyar la ocupación ilegal” y las masacres contra la población civil.
Las palabras de Albanese fueron especialmente duras con la Unión Europea, a la que acusó de sacrificar “el derecho a la vida” de los gazatíes por conveniencia política y económica. La relatora también reclamó a los países presentes que su compromiso se traduzca en acciones concretas: “No son actos de simpatía ni caridad, son obligaciones internacionales”, enfatizó.
Entre las propuestas concretas discutidas en la cumbre están el respaldo a las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant, la prohibición del atraque de buques con armas o combustible militar destinados a Israel y la desvinculación de bancos, universidades y empresas de las cadenas de suministro que sostienen la ocupación.
Venezuela rompe el hielo con Colombia con una visita que tiene varias implicaciones.
La presencia del canciller venezolano Yván Gil marcó un punto político importante: fue su primera visita oficial a Bogotá desde las tensiones entre Nicolás Maduro y Gustavo Petro por las elecciones venezolanas de 2024. El encuentro se produjo en un momento en que los dos gobiernos negocian la compra por parte de Colombia de la empresa venezolana Monómeros.
Maduro aprovechó la ocasión para enviar una carta a los mandatarios de Colombia y Sudáfrica en la que propuso una “Gran Cumbre Mundial por la Paz y en Contra de la Guerra” para detener la masacre en Gaza, desarmar nuclearmente a Israel y obligarlo a respetar el derecho internacional. En su mensaje, reiteró que “Palestina tiene derecho a existir, resistir y vivir libre, con Jerusalén Este como su capital” y calificó la causa palestina como “la batalla moral de nuestro tiempo”.
Además, expresó su apoyo explícito a Francesca Albanese, recientemente sancionada por Estados Unidos tras publicar un informe que identifica a más de 60 empresas —incluidas Microsoft, Alphabet, Amazon y Palantir— por facilitar la ocupación israelí con tecnología y material militar. “Su voz es necesaria y su verdad incomoda a los poderosos, pero salvará a los oprimidos”, afirmó Maduro, quien calificó al gobierno de Netanyahu como “la mayor amenaza contra la humanidad”.
El Grupo de La Haya amplía su alcance
Aunque el Grupo de La Haya está integrado formalmente por nueve países —Bolivia, Colombia, Cuba, Honduras, Malasia, Namibia, Senegal, Sudáfrica y Belice—, la convocatoria en Bogotá superó todas las expectativas. A la reunión asistieron representantes de más de 30 naciones, entre ellas España, Venezuela, Cuba, Qatar, Irlanda y China, según confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano.
El grupo se fundó en enero de 2025 para coordinar esfuerzos legales y políticos a favor de Palestina, y desde entonces ha ido sumando apoyos en América Latina, África, Asia y Europa. En su declaración final, la cumbre reafirmó que defender a Palestina no es “un asunto regional ni religioso, sino un imperativo moral y jurídico”.
Para Nicolás Maduro, la reunión también fue una oportunidad para romper el aislamiento diplomático que Washington y sus aliados han tratado de imponerle en el último año y para reposicionar a Venezuela como un actor activo en foros internacionales donde incluso hacen vida actores que le han cuestionado directamente
Con Bogotá como telón de fondo, la cumbre dejó claro que una coalición cada vez más amplia está dispuesta a desafiar a Israel y a sus aliados, exigiendo justicia para Palestina.