El Consejo Nacional Electoral de Ecuador presenta los resultados de la elección presidencial del 13 de abril de 2025. Fotografía: CNE (Ecuador).
Guacamaya, 14 de abril de 2025. Con una ventaja del 12% y más del 94% de actas escrutadas, Daniel Noboa se proclama vencedor de la segunda vuelta presidencial. Su rival, Luisa González, denuncia “fraude grotesco” y exige recuento, en un clima de polarización que trasciende las fronteras y se vincula a la puja entre EE.UU. y China.
Una victoria avalada por la OEA y bajo cuestionamiento de su rival
El empresario Daniel Noboa, presidente de Ecuador desde noviembre de 2023, aseguró su reelección este domingo con un discurso centrado en la “firmeza ante el crimen organizado”, principal preocupación de un país donde los homicidios se quintuplicaron en cuatro años. Sin embargo, el triunfo no fue aceptado por la candidata correísta Luisa González, quien ante miles de simpatizantes en Quito calificó el proceso de “fraude electoral grotesco” y exigió auditorías.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró una “tendencia irreversible” a favor de Noboa, respaldada por la Misión de Observación de la OEA, que ofreció evaluar las impugnaciones. La tensión contrasta con la tranquilidad reportada durante la jornada, pese al estado de excepción decretado por Noboa en siete provincias y la capital un día antes, justificado como medida contra bandas criminales.
Reacciones internacionales: Entre el reconocimiento y la condena
Marco Rubio, Secretario de Estado de los Estados Unidos reconoció y felicitó a Daniel Noboa, Paraguay y Chile reconocieron de inmediato el triunfo de Noboa. Mientras que el bloque ALBA-TCP (liderado por Venezuela y Cuba) tildó el proceso de “fraude premeditado”, criticando el estado de excepción como una herramienta de “amedrentamiento” y ventajismo oficialista. La Conferencia Episcopal ecuatoriana, en tanto, instó a evitar la violencia y respetar los resultados. La Misión de la OEA avaló los resultados que dan ganador a Noboa y se comprometió a escuchar y acompañar el reclamo de Luisa González.
El escrutinio refleja la profundización de la grieta política en América Latina: por un lado, gobiernos alineados con Washington avalan el proceso; por otro, el ALBA y el Grupo de Puebla cuestionan su legitimidad, en sintonía con una parte de la izquierda regional. Todavía se esperan pronunciamientos de Brasil, Colombia y México.
Seguridad y geopolítica: El plan de Noboa para bases militares extranjeras
Más allá del conflicto electoral, Noboa maneja un plan : lleva tiempo buscando reformar el artículo 5 de la Constitución para permitir bases militares extranjeras, prohibidas desde 2008. La justificación es la crisis de seguridad, declarada “conflicto armado interno” en enero de 2024. Según el mandatario, la lucha contra el narcotráfico exige una “respuesta internacional”, lo que incluiría cooperación militar con EE.UU.
Esto podría representar un movimiento geoestratégico. Ecuador, con su salida al Pacífico y cercanía a rutas comerciales clave, fue hasta 2009 sede de la base estadounidense de Manta. Su eventual reapertura se enmarcaría en la competencia global entre Washington y Pekín, que ha expandido su influencia en Ecuador mediante inversiones en energía, infraestructura y tecnología.
Permitir bases extranjeras convertiría a Ecuador en un nodo de inteligencia y control militar para EE.UU.,como contrapeso a China en la región . La comparación con Panamá canal interoceánico y Perú, aliado en seguridad de EE.UU. refuerza esta tesis, en el caso de Panamá también hay una estrategia de militarizar el canal.
De la sorpresa al ballotage: Una campaña impredecible
Los comicios cerraron un ciclo electoral inusual. En la primera vuelta, Noboa y González empataron con 44%, pese a pronósticos que auguraban un triunfo oficialista. Durante la campaña al ballotage, la líder izquierdista sumó apoyos clave: Pachakutik (movimiento indígena) y Jan Topic, derechista inhabilitado antes de los comicios.
Pero Noboa, de 36 años, logró reposicionarse. Su enfoque en seguridad incluido el polémico estado de excepción y el desgaste de su rival, asociada al correísmo, inclinaron la balanza. Ahora, su mayor desafío será estabilizar un país donde el 80% de la población teme ser víctima de un crimen violento, mientras navega presiones geopolíticas que podrían redefinir el rol de Ecuador en el tablero global.
La elección en Ecuador no es solo un termómetro de la lucha ideológica local: es un espejo de cómo las rivalidades entre potencias se entrelazan con las crisis domésticas en América Latina. La gestión de Noboa, entre balas y diplomacia luego de irrumpir en la embajada de México para capturar al ex vicepresidente Jorge Glas, todo esto podría marcar un punto de inflexión regional y la disputa geopolítica en la región.