Volker Türk, Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Fotografía: ONU / Jean-Marc Ferré.
Guacamaya, 13 de mayo de 2025. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresó este martes una profunda preocupación por la situación de al menos 245 venezolanos deportados desde Estados Unidos a El Salvador. La denuncia se basa en la ausencia total de información oficial sobre los ciudadanos expulsados, la falta de acceso a representación legal y la imposibilidad de contacto con sus familiares.
De acuerdo a un comunicado, varios de estos individuos fueron expulsados bajo la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, por supuestos vínculos con determinados grupos criminales. Actualmente, se presume que están recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, una prisión de máxima seguridad reconocida por imponer condiciones extremadamente severas.
Hasta la fecha, ni las autoridades de Estados Unidos ni las de El Salvador han divulgado listados oficiales con los nombres de los venezolanos detenidos, y la situación jurídica de estas personas en El Salvador permanece incierta. Numerosos familiares entrevistados por la Oficina manifiestan una profunda angustia ante la falta de información sobre el paradero y las condiciones de sus seres queridos.
La instancia ha recibido información de familiares y abogados que señala que más de cien venezolanos estarían recluidos en el CECOT, en El Salvador. Según estos datos, muchos no fueron notificados previamente sobre la deportación desde Estados Unidos hacia un tercer país, carecieron de acceso a asesoría legal y no tuvieron oportunidad de impugnar la legalidad de su expulsión antes de ser deportados.
«Esta situación es altamente preocupante en cuanto a una amplia gama de derechos que son fundamentales tanto en virtud del derecho estadounidense como del derecho internacional: los derechos a las garantías procesales, a la protección frente a la detención arbitraria, a la igualdad ante la ley, a la protección contra la tortura u otro daño irreparable en otros Estados», afirmó Volker Türk, jefe de la Oficina.
El ente señaló que el paradero y situación legal de los deportados permanecen en «total incertidumbre», lo que podría constituir un posible caso de desaparición forzada. La organización internacional también señala que la «retórica degradante» hacia los migrantes y el trato recibido durante las deportaciones, agravan la preocupación por posibles violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
Venezuela acusó a la ONU de guardar silencio ante abusos
El pronunciamiento de la ONU coincidió con declaraciones del gobierno de Venezuela en el que acusa al Alto Comisionado de Derechos Humanos, Volker Türk, de mantener una postura sesgada. Dichas declaraciones se enmarcaron en respuesta a un previo comunicado de la oficina sobre su preocupación ante «las condiciones de detención» en el país caribeño, en particular sobre los «críticos del Gobierno».
Según Caracas, las críticas de Türk formaban parte de un «ataque con virulencia» a Venezuela mientras guarda silencio ante presuntos abusos cometidos por otros gobiernos. «Pareciera más enfocado en conservar su cargo que en defender los derechos humanos», agregó la Cancillería venezolana en un comunicado. Asimismo, el Ejecutivo denunció lo que considera una «actitud omisiva, parcializada y cobarde».
La denuncia de la ONU sobre los deportados se produce en un contexto de creciente debate internacional por el manejo de las deportaciones y la situación de los migrantes venezolanos. Familiares de los detenidos, organizaciones de derechos humanos y el propio gobierno venezolano insisten en la necesidad de esclarecer el paradero de los desplazados y garantizar el respeto a sus derechos fundamentales.
