Fotografía oficial de Jefas, Jefes de Estado y de Gobierno, Cancilleres, Vicecancilleres y Delegaciones de los 33 países miembros que participaron en la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Tegucigalpa, Honduras. Fotografía: Cancillería de Honduras.
Guacamaya, 10 de abril de 2025. La IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) culminó con la firma de la Declaración de Tegucigalpa, que ratifica el compromiso con la soberanía, la no injerencia y el rechazo a medidas coercitivas unilaterales. Honduras traspasó la presidencia pro tempore a Colombia, que buscará ampliar la influencia del bloque en un contexto de tensiones comerciales y solidaridad con Venezuela, Cuba y Palestina.
Con la participación de 33 delegaciones, la IX Cumbre de la CELAC cerró este miércoles en Honduras con un llamado a fortalecer la integración regional y enfrentar desafíos globales como la migración, el cambio climático y las sanciones unilaterales. La Declaración de Tegucigalpa, respaldada por la mayoría de los países excepto Argentina, Paraguay y Nicaragua, reivindica a América Latina como “Zona de Paz” y critica las deportaciones masivas de migrantes desde Estados Unidos, así como su encarcelamiento en países como El Salvador.
Solidaridad y rechazó a las sanciones de Venezuela y Cuba
El gobierno venezolano, representado por el canciller Yvan Gil ante la ausencia de Nicolás Maduro quien alegó “amenazas a su seguridad” y dirigió un discurso en formato virtual recibió respaldo frente a las recientes medidas que ha tomado los Estados Unidos en su contra, un hecho clave tomando en cuenta las tensiones y tensiones que tuvo Caracas tras las elecciones presidenciales del año pasado. La declaración condenó las medidas coercitivas unilaterales, una clara alusión a las sanciones estadounidenses que afectan a Venezuela y Cuba. Maduro, en un mensaje grabado, denunció la “criminalización” de migrantes venezolanos y exigió acción regional frente a leyes como la de Ecuador, que permite su detención en “campos de concentración”.
De parte de Venezuela, también participó Jorge Arreaza, actual Secretario General de la Alianza Bolivariana de los Pueblos (ALBA)
La presidenta hondureña Xiomara Castro reforzó este enfoque al condenar el bloqueo a Cuba y respaldar los “derechos soberanos” de Venezuela y Nicaragua, países que enfrentan presiones internacionales. Este posicionamiento refleja una estrategia de la CELAC para blindar a sus miembros de intervenciones externas, aunque con fisuras: Nicaragua rechazó la declaración por no incluir un apoyo explícito a Palestina, Cuba y Venezuela.
Geopolítica de la integración: ¿Un contrapeso a Estados Unidos y el Norte Global?
La cumbre marcó un giro bajo el liderazgo entrante de Colombia, cuyo presidente Gustavo Petro anunció planes ambiciosos como la realización en mayo con China para ampliar la cooperación en un momento donde Estados Unidos busca reducir la influencia del gigante asiático en la región, encuentro con las naciones del Golfo Árabe y un Foro con la Unión Africana, además de cumbres sobre migración y comercio. Estas iniciativas buscan diversificar alianzas en un escenario donde Estados Unidos mantiene aranceles del 10% para la mayoría de la región a excepción de Venezuela y Nicaragua, castigados con tasas más altas.
Para Venezuela, este multilateralismo es vital. La CELAC se perfila como una plataforma para eludir su aislamiento diplomático y presionar contra las sanciones, mientras Petro a pesar de diferencias que tuvo con Maduro en tiempo reciente prioriza la unidad regional. La situación representa una ruptura al intento de aislamiento internacional y especialmente regional que parece iba a sufrir Maduro después de la tensión por los resultados electorales de julio del año pasado. La imposición de sanciones estadounidenses le permite ganar apoyos de países con los que había tenido importantes diferencias en tiempo reciente.
Es importante recordar que Brasil, Colombia y México trabajaron de forma coordinada para promover procesos de conversación y diálogo previo a las elecciones del 28 de julio en Venezuela, ahora que Gustavo Petro asume la presidencia de un organismo regional podría esperarse que existan esfuerzos coordinados para apoyar en la resolución y el entendimiento en el caso del conflicto venezolano que ahora también deberá lidiar con el impacto de las sanciones internacionales, lo que tendrá incidencia en la economía y en la situación humanitaria.
Brasil a través de Celso Amorim, asesor especial del presidente de la república, para la agenda internacional del gobierno que ya tuvo experiencia en el país en la crisis del Paro Petrolero en 2003, ya que formó parte de los esfuerzos diplomáticos junto a la OEA y el Centro Carter en un proceso de construcción de paz que se desarrolló en Venezuela y estuvo presente en las elecciones presidenciales de 2024 y México que ha sido sede de varias conversaciones entre el gobierno y la oposición venezolana, ambos países tendrán una preponderancia importante para Colombia en su mandato que ha buscado conciliar a las partes buscando servir como interlocutor y que ahora comandará la CELAC, por lo que podría presentarse una oportunidad en un año donde en Venezuela habrá incluso una propuesta de Reforma Constitucional.
El llamado a que un latinoamericano ocupe la Secretaría General de la ONU, junto al énfasis en temas como energía y salud, podría facilitar a Caracas tejer alianzas en foros globales y evadir el aislamiento diplomático, no obstante para ello deben ocurrir muchas variables, sin embargo puede ocurrir un escenario donde alcance a mantener cierto nivel de interlocución. La llegada de un latinoamericano al máximo cargo de la ONU podría hacer que la organización tenga un foco especial en la región y en sus diversas problemáticas, algo que podría ser de utilidad en el caso del conflicto venezolano, uno de los nombres que parece apuntarse es el de la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet que ha tenido sus diferencias con las autoridades de Maduro pero al mismo condenó la imposición de sanciones en el pasado contra Venezuela.
Desafíos y contradicciones
Aunque la retórica antiimperialista y soberanista unió a varios gobiernos, la ausencia de Argentina y Paraguay y las críticas de Nicaragua evidencian tensiones ideológicas. Además, el apoyo a Haití contrasta con la falta de mecanismos concretos para abordar su crisis. Mientras tanto, la condena a las deportaciones desde EE.UU. choca con la dependencia económica de muchos países de la región hacia Washington.
La Cumbre de la CELAC refrendó un proyecto de autonomía regional con varios países sufriendo presiones externas, concretamente de Estados Unidos.Sin embargo, su impacto real dependerá de cómo Colombia logre conciliar intereses dispares y convertir las declaraciones en acciones, en un mundo cada vez más polarizado y fragmentado donde la coordinación estratégica con otros polos de influencia y la cooperación sur- sur cobra gran relevancia.