Maikellys Espinoza, la niña venezolana separada de sus padres en EE.UU., vuelve a casa

Maikellys Espinoza fue recibida en el Aeropuerto de Maiquetía por el ministro de interior Diosdado Cabello y la “primera combatiente” Cilia Flores, quien lleva a la niña en sus brazos en la imagen. Fotografía: Ministerio Relaciones Interiores, Justicia y Paz.

Guacamaya, 14 de mayo de 2025. Maikellys Antonella Espinoza Bernal, una niña de solo dos años que había sido separada de sus padres mientras intentaban migrar a Estados Unidos, fue regresada a Venezuela este miércoles junto a 226 compatriotas que fueron repatriados. El gobierno de Venezuela ha denunciado que su caso muestra la violación clara de los derechos de los niños y está pidiendo respeto por la dignidad de las familias migrantes.

Maikellys  aterrizó en Venezuela este miércoles, después de haber pasado por una situación muy dura que tocó el corazón de muchos en el país. Esta pequeña fue arrebatada de los brazos de su madre, Yorely Bernal, en abril pasado, durante una operación de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en Estados Unidos. La familia había llegado al país norteamericano en mayo de 2024 buscando un futuro mejor.

El caso de Maikellys resalta una realidad impactante en las políticas migratorias de Estados Unidos. Según lo que ha denunciado el gobierno venezolano, las autoridades estadounidenses no solo deportaron a Yorely el 25 de abril sin su hija a pesar de los documentos que pedían que ambas regresaran juntas sino que también detuvieron al padre, Maiker Espinoza, bajo acusaciones de estar vinculado a una organización criminal conocida como el Tren de Aragua. Sin embargo, hasta la fecha, no se han mostrado pruebas concretas de estas acusaciones debido a que la administración Trump y el gobierno de El Salvador, que es donde él está detenido, no han presentado pruebas públicas. Además, es importante mencionar que Espinoza no tiene antecedentes penales en Venezuela, Perú ni en Estados Unidos, según registros oficiales.

El regreso de Maikellys se logró en medio de una campaña internacional que logró visibilizar lo que Caracas y varias organizaciones consideran como violencia institucional contra los migrantes.  Este acto según varias organizaciones violó la Declaración Universal de los Derechos del Niño y la Carta de la ONU.

La Cancillería venezolana, junto a organizaciones de derechos humanos y movimientos sociales, llevó el caso ante UNICEF y otros organismos internacionales para evidenciar las prácticas inhumanas del sistema migratorio estadounidense en días pasados.

Algunos medios cercanos al oficialismo afirman que la liberación fue parte de un canje por los dirigentes opositores que salieron de la embajada de Argentina en Caracas, después de más de un año asilados dentro. Sin embargo, esto no lo han afirmado los principales medios de comunicación del gobierno. El secretario de Estado de EE.UU. habló de un “rescate” sin negociación.

En el mismo vuelo de repatriación también regresaron 226 personas más, que incluían siete niños y 37 mujeres, muchos de los cuales habían estado expuestos a situaciones similares. La historia de Maikellys ha reabierto el debate sobre las separaciones familiares en la frontera sur de los EE.UU.

Mientras Maikellys se reencuentra con su madre en Caracas, su padecimiento no ha terminado, ya que su padre continúa detenido en El Salvador. Organizaciones de derechos humanos están pidiendo mayor transparencia en su situación y están instando a Estados Unidos a poner fin a las prácticas migratorias que consideran traumáticas y arbitrarias. La historia de Maikellys y su familia es un recordatorio doloroso de la lucha por la dignidad de los migrantes venezolanos, quienes han tenido que dejar su hogar, con más de siete millones de personas ya en ese camino.

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