El gobierno de Maduro alega que la medida de Trump viola el principio de “nación más favorecida” del GATT y busca iniciar consultas para resolver el conflicto comercial. Fotografía: OMC.
Guacamaya, 4 de abril de 2025. Los equipos jurídicos de la Vicepresidencia Ejecutiva y los ministerios de Relaciones Exteriores, Hidrocarburos y Comercio Exterior evalúan presentar una denuncia contra Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). La acción responde a la imposición de aranceles del 25% a bienes de cualquier país que exporte a EE.UU. y, al mismo tiempo, reciba y compré petróleo venezolano, una medida ordenada por el presidente Donald Trump.
¿Qué argumenta Venezuela?
Venezuela argumenta que la medida viola el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), base de la OMC, específicamente el principio de “nación más favorecida”, que prohíbe la discriminación entre socios comerciales. Además, considera que contradice la prohibición de restricciones cuantitativas al comercio.
El proceso comenzaría con una solicitud de consultas entre las partes, mecanismo previo a un litigio formal. Sin embargo, la experiencia previa no es alentadora: en 2019, Venezuela denunció las sanciones petroleras de EE.UU. ante la OMC, pero Washington que no reconoce a Maduro como presidente ignoró el reclamo.
Antecedentes y contexto
Esta no es la primera vez que EE.UU. enfrenta cuestionamientos en la OMC por aranceles. China y Canadá ya presentaron quejas similares en febrero y marzo, respectivamente, por los gravámenes al acero y aluminio.
Aunque una resolución de la OMC difícilmente revierta la medida, el gobierno venezolano busca sumar presión internacional. “Es un paso simbólico, pero estratégico, para documentar las acciones unilaterales de EE.UU.”, señaló una fuente cercana al caso.
La disputa comercial se enmarca en la tensión bilateral, que se mantiene desde que EE.UU. impuso sanciones económicas y desconoció al gobierno de Maduro en 2019 y retiró la licencia para operar en el país a empresas petroleras como Chevron Ahora, Venezuela apuesta a la vía multilateral, aunque con expectativas limitadas.